Despertamos de un sueño hecho realidad

Este fin de semana el grupo de teatro Oretania Juvenil representó en el Auditorio Reina Sofía  el musical “El sueño de una noche de verano” de William Shakespeare.  El público de Socuéllamos disfrutó de esta fantástica obra adaptada por Alberto Rosado Casero.

El grupo de teatro juvenil llevó al público de Socuéllamos a sumergirse en esta fantástica historia repleta de fantasía, emociones y sentimientos. La historia trata de cuatro jóvenes que se adentran en el bosque en busca de su amor, pero se verán sorprendidos por la magia del bosque, ocasionando entre ellos enredos amorosos y conflictos internos que les harán dudar de cual es el verdadero amor.

 

Lo primero que hemos de resaltar sin duda, es el fantástico decorado, formado por un gran puente, rocas de cartón piedra, vegetación real, columpios que caían del cielo, una pantalla blanca donde se proyectaban imágenes y se realizaban sombras chinas, entre muchos más complementos maravillosos.

 

Un vestuario y un maquillaje muy completo. Vestidos coloridos y variados. Las hadas vestían con colores brillantes y llevaban un maquillaje sencillo pero espectacular. Los duendes lucían largas capas marrones, el pelo verde y unas auténticas orejas de duendecillos. Los protagonistas y los comediantes llevaban el vestuario más sencillo pero sin dejar de ser elegante. Pero si hay a dos personajes que tenemos que resaltar en este campo del vestuario y maquillaje, esos son sin duda Titania (Natalia Moreno Belmar) y Oberón (Carlos Delgado Díaz-Carrasco). Ella lucía unas hermosas alas de más de metro y medio y un vestido blanco precioso, reflejando la luz y la magia del bosque. Él, sin embargo, vestía un maravilloso traje con textura de árbol. Tenía dos grandes cuernos en la cabeza y una gran melena oscura. En su maquillaje predominaban los colores negro y blanco, reflejando esa parte más oscura y misteriosa del bosque.

 

El segundo aspecto que vamos a tratar son sin duda, las coreografías elaboradas por Alicia Molina y Andrea Torres. Desde un magnífico espectáculo de luces, hasta los delicados movimientos de las sombras chinas. El público contempló unas magníficas coreografías que, según fuentes del propio grupo de teatro, han llevado mucho trabajo elaborar.

El último aspecto a resaltar son las actuaciones. El ya veterano Alberto rosado, nos deleitó con su actuación como rey al principio y al final de la representación. El maestro del Carmen Arias fue acompañado por sus valientes jóvenes que, a pesar de los nervios, han actuado este fin de semana delante de alrededor de 800 personas, teniendo que cantar y bailar. Cabe decir que muchos de ellos eran la primera vez que pisaban un escenario.

 

El mérito de estos jóvenes junto a su director Alberto Rosado, ha sido marcar un antes y un después para el teatro de Socuéllamos y para su cultura en general. Por eso, desde La voz del estudiante, queremos felicitar y dar las gracias a Alberto por haber llevado a los jóvenes a este fantástico mundo, como es el del teatro.

Acabo este artículo con una frase del maravilloso William Shakespeare: “El amor no mira con los ojos, sino con el alma”. Sin duda, Alberto Rosado, al igual que el amor,  nos ha hecho mirar con el alma. Gracias.

 

 

 

De José Manuel Molina

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Comentarios: 1
  • #1

    ALICIA (miércoles, 13 abril 2016 18:06)

    Enhorabuena a tod@s. ¡Fue una noche genial!