De José Manuel Molina
Somos impulsivos, relajados, inquietos, pasivos, tiernos, crueles, humildes, arrogantes. Porque somos eso, somos contradicción. Una parte nos dice hazlo, otra nos dice no.
Da igual lo que hagamos, pues no tendría sentido, ya que nos movemos por una serie de factores que escapan a nuestro control. Tal vez no seamos dueños de nuestros destinos, ni de nuestros pensamientos, los cuales se disipan en el aire cuando los compartimos con el exterior. En fin, es difícil comprenderlo, pero si algún día lo hago, seguramente me haya vuelto un loco que cree comprender todo y en el fondo sabe que no es así. De todos modos lucharé por cambiar esta sociedad incomprensible, aunque sé que antes he de empezar por un cambio radical en mí. Tal vez esto sea lo más difícil pero es lo primero y lo más importante.
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